El sistema de representación de los Cofanes está vinculado
con el uso del yagé. Su cosmogonía está controlada por espíritus o fuerzas que
determinan el curso de los acontecimientos sobre la tierra. Estas fuerzas son
controladas a través del yagé por el chamán, que es la persona que posee el
conocimiento para establecer contacto con los espíritus y capaz de leer las
visiones producidas por las plantas. Desde esa perspectiva, su papel es mediar
entre la amenaza de las fuerzas sobrenaturales y la comunidad.
Desafortunadamente,
las generaciones actuales manejan un conocimiento muy fragmentario del yagé
como sistema de conocimiento. Se conocen los principios fundamentales del
sistema, pero se desconocen sus detalles y hasta la concepción de los
fenómenos. El conocimiento del chamán se mantiene a través de la medicina
tradicional, pero ya no es el especialista de antes. Uno de los factores más
trascendentales para que los chamanes ya no conozcan el sistema está en el
papel que han jugado las distintas misiones religiosas en la zona.
Para la cura de las
enfermedades, el chamán las clasifica de acuerdo con el espíritu que las
origina. La ceremonia de curación se inicia cuando el chamán sopla el yagé para
alejar a los malos espíritus; luego procede a tomar el primer trago de yagé y
llama a cada uno de sus ayudantes por orden jerárquico, establecido por edad y
conocimiento, para tomar.
Posteriormente, el chamán comienza a cantar y
a invocar a los espíritus; después de seis horas convoca a los enfermos,
quienes se presentan ante él con el torso desnudo. El chamán ventea sus cuerpos
con una escoba de hojas y comienza a absorber las enfermedades con su boca para
luego expulsarlos. Cuando el espíritu es muy fuerte y el chamán no puede curar
la enfermedad, recomienda que se visite a un médico occidental.
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